La Teoría General de Sistemas es una de las más valiosas e importantes aportaciones que el biólogo austriaco Berthalanffy realizó a la ciencia administrativa. Su idea de ver la administración como un sistema fluyente a través del cual circulan elementos como energía, materia e información es sin duda un gran salto aparte que distingue esta teoría de otras como la de Fayol, Taylor, Maslow, etc. quienes concebían a la administración como un sistema cerrado y mecanicista, donde sólo se enfocaban a uno de los elementos que la componen y no tomaban en cuenta la influencia que éste estaba teniendo en elementos externos y viceversa.
Su idea solamente se centraba en modificar o “arreglar” el factor que fallaba para que así como por arte de magia se modificaran todas las demás funciones.
Así pues, la TGS nos permite evaluar las fallas desde un enfoque sistémico, donde los errores que presenta una de las partes repercuten en el funcionamiento del sistema completo.
Para poder entender mejor lo que pretende la Teoría General de Sistemas hemos de definir lo que es un sistema:
“Los sistemas son un conjunto de elementos relacionados que interactúan entre sí para lograr un fin común”.
Partiendo de esta definición vemos que la finalidad del biólogo Berthalanffy no era otra más que aplicar todos sus conocimientos a sistemas más grandes y complejos que la composición del cuerpo humano, como situaciones de las cuales participamos de manera consciente y que podemos modificar de acuerdo a nuestros intereses.
En conclusión esta teoría ayuda a la comprensión de sistemas a partir de la búsqueda de rasgos comunes que faciliten la comprensión del sistema en sí.
Aporto: Ana Cristina Cisneros Martínez
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